A la hora de realizar un plan de marketing exitoso no puedes dejar de lado el coste de adquisición de clientes o CAC; elemental para el buen funcionamiento de cualquier empresa, esto se traduce en cuánto nos cuesta hacer que un consumidor potencial se convierta en nuestro cliente.
¿Cómo calcular este valor?
Sencillo, dividimos el total de nuestra inversión en publicidad y marketing entre el número de clientes conseguidos gracias a esta inversión.
Con esto, podemos decir que, si un cliente realiza una compra por 100 dólares, a ese valor restamos el precio que pagamos por obtenerlo. El problema empieza cuando nuestro cliente cuesta más de lo que compra o consume. Nuestro esfuerzo por llegar a más personas deja de ser rentable.
Es importante recordar que no todos los clientes consumen por igual, y para realizar el cálculo de su coste con previsión; necesitamos sacar una media que arroje el promedio de gastos de todos los clientes lo cual nos facilitará hacer la comparación entre inversión y ganancia.
Ahora que ya conoces el CAC y cómo calcularlo, aplícalo a tu negocio, pregúntate si la inversión en publicidad se ve reflejada en las ventas; si estás utilizando los canales adecuados (tal vez una campaña de marketing online te funcione mejor que un evento o viceversa). O si le estás apuntando al público indicado.
Con buenas mediciones de seguro tu negocio marchará por buen rumbo.
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