Mi gran amigo Albert Einstein decía “Nada hay en el intelecto que no haya pasado antes por los sentidos”
Pongamos un ejemplo. Aprender un idioma.
Cuando intentamos leer mucho para aprender, ver videos para aprender.
Efectivamente aprendemos , pero de cada 100% de la información estamos aprendiendo un 30% máximo.
Así que el aprendizaje se puede volver un poco denso, demorado y.. un poco aburrido
Entonces , cuál sería la solución?
Retomando las palabras de nuestro gran amigo Einstein, donde nos recuerda que todo es nada si no ha pasado antes por los sentidos, la solución está frente a nuestros sentidos.
Desde que nacemos nuestra mente se conecta con los sentidos, al escuchar los latidos del corazón de la madre, al sentir su piel. Todo son vivencias que se van incrementando a medida que vamos descubriendo el mundo.
Así día a día en nuestro diario vivir, las experiencias van dejando un archivo de información muy grande en nuestro cerebro y de acuerdo a lo relevante de la experiencia quedará en un lugar privilegiado al que podamos acceder con solo pensarlo un segundo.
Si tenemos esto claro será mucho más fácil planear nuestro aprendizaje en todos los temas y áreas. Sencillamente volvamos cada meta de aprendizaje una experiencia sensorial, donde podamos escuchar, sentir, oler, vivir
Vivamos el aprendizaje, disfrutemos cada tema que queramos aprender y veremos los mejores resultados en el menor tiempo.
Les dejo esto para que pensemos
El aprendizaje es experiencia, lo demás es simple información Naser Marketing Sensorial, hacemos de cada regalo, de cada campaña una verdadera experiencia sensorial