Cuando de tomar decisiones se trata, debemos pensar en tomar las mejores decisiones. Por ejemplo, si vas a comprar un auto ¿Por qué lo compras?, ¿Que te motiva?, ¿Tal vez el color, la capacidad, la marca?. ¿No te haz dado cuenta de los argumentos de los vendedores? Y ese test drive que hace que tu salgas con todo el amor por ese auto.
Como en este caso estamos del lado del que vende, te vamos a contar los caminos para que la toma de decisiones sea favorable hacia tus productos o servicios.
Antes de pensar en vender, haz esto:
- Una experiencia alrededor de tu producto.
- Entra en los sentimientos de tus clientes.
- Genera un ambiente favorable.
- Llega a sus sentidos y haz que vivan tu producto.
- Haz que los sentidos sean quienes toman la decisión.
1. Crea una experiencia alrededor de tu producto
No les ha pasado que en algunas tiendas tienen un aviso muy llamativo que dice “No tocar”. Nada mas alejado de la experiencia de compra que eso. Lo ideal sería que por el contrario se tengan productos para que las personas los toquen, los huelan, los prueben. Es así como los sentidos reaccionan y pueden llegar a tomar una decisión rápida de compra.
2. Entra en los sentimientos de tus clientes
Quién no ha visto esas campañas de productos para bebés, donde hay un bebé perfecto, una madre perfecta con un esposo perfecto que en un momento del comercial llegan a la cúspide del sentimiento y aparece la lágrima porque el bebé hizo algo muy tierno que evocó ese sentimiento de hogar y de familia. ¿Qué producto creen que comprará el usuario cuando necesite algo para su bebé? Obviamente ese producto que evoca esa familia perfecta.
3. Genera un ambiente favorable
Alguien me contó que una persona vende muchos apartamentos en un país del norte, estudiando a sus clientes y decorando antes de la visita de acuerdo a como están constituidas sus familias.Mucho más fácil de llegar al sentimiento en este caso, si tu cliente imagina muy fácil lo que será vivir ahí porque de alguna forma se ve reflejado en cada objeto que decora el lugar. ¿Cuando fue la última vez que le preguntaste a tu cliente antes de una visita, acerca de su gusto musical o de sus colores favoritos o si le gusta el café o el té y lo sorprendiste en la visita con esos pequeños detalles tan cercanos a su gusto? Porque lo haces. ¿Verdad?
4. Llega a sus sentidos y haz que vivan tu producto
Como les dije al comienzo, cuando hablamos del test drive – tomemos esto como ejemplo-. Vamos a potenciar esa experiencia.
Es muy fácil cuando el cliente agenda la cita, preguntar acerca de al menos tres de los gustos personales de ese cliente potencial. “Música favorita” “Color favorito” “Aroma”.
Que tal si cuando se agenda el test drive, lo sorprendes poniendo su música favorita mientras hace el recorrido y si encontramos el auto de ese color que el cliente ama, y para terminar de enamorarlo le ponemos su aroma favorito al auto mientras lo conduce…
Te aseguro que si haces esto, tendrás un alto porcentaje de la venta hecha. Lo demás serán los detalles que son normales a todos los demás, precio,plazos , etc.
5. Haz que los sentidos sean quienes toman la decisión
No te esfuerces en charlas racionales. Todos esos datos aburridos los pueden leer después en un contrato. Enfócate en sus sentimientos, en lo que les motiva, en lo que conecta con sus recuerdos, con sus gustos, con su olfato.
Ten una marca olfativa, no te imaginas lo potente que puede llegar a ser y lo que incide en la decisión de compra.
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Escrito por: @Cristanner